Origenes de la Grecia antigua
Inicios de una cultura diferente y crucial para la humanidad.
Durante la Edad del Bronce europea surgen en la isla de Creta una de las más sofisticadas culturas de la historia: la llamada civilización minoica, incomparablemente superior a las de las zonas circundantes desde el punto de vista, social, artística y arquitectónica.
Su posición geográfica privilegiada a igual distancia de las costas del Peloponeso de Anatolia y del norte de África la convierte en parada obligatoria para el tráfico marítimo del Mediterráneo, lo que le permitirá ejercer el dominio absoluto en el mar Egeo.
En tierra firme, en cambio se desarrolla una importante civilización palaciega, la micénica, gracias a su alto avance burocrático y militar, acabará imponiendo su supremacía sobre las culturas vecinas, incluida la minoica de Creta, pero su esplendor finalizará abruptamente en el siglo XII a.C.
El término Antigua Grecia se refiere al periodo de la historia de Grecia que abarca desde la Edad oscura de Grecia, comenzando en el 1200 a. C. y la invasión dórica, hasta el año 146 a. C. y la conquista romana de Grecia tras la batalla de Corinto.
Grecia antigua Sus principios.
Se inicia entonces un proceso de decadencia material y cultural en toda la zona denominado Edad Media Helénica o Edad Oscura, que implica un práctico retorno a los orígenes de la sociedad con la perdida de la escritura, de las tecnologías naval, arquitectónica y metalúrgica y de los sistemas políticos y administrativos complejos.
Estas culturas a cabalo entre la prehistoria y la historia son los cimientos indiscutibles de la Grecia Antigua, la civilización sobre lo que se asienta gran parte de la cultura occidental, pues es entonces cuando aparece la lengua griega y cuando toma forma las epopeyas homéricas, textos fundamentales para la cultura de la Hélade.
Los primeros hallazgos de vida humana en territorio griego constatan la existencia de poblaciones autóctonas en el Paleolítico, hacia el 7000 a. C. Alrededor del 6000 a. C. ―en los albores del Neolítico―, los pueblos nativos desarrollaron la agricultura y con ello se volvieron progresivamente sedentarios, extendieron la práctica de la alfarería y crearon instituciones políticas básicas.