Conocer los misterios de Egipto
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A partir del año 1550 a. C, se considera tradicionalmente que los egipcios dejaron de construir sus pirámides, sin que quedaran nunca del todo claro las razones del porque no siguieron construyendo.
Las pirámides, no en vano, fueron sustituidas por tumbas excavadas en las montañas, las cuales eran mucho más eficaces a la hora de evitar los saqueos. Puede, incluso, que no dejaran de construir pirámides hasta avanzado el Imperio Nuevo, solo que lo hacían de peor calidad y nunca alcanzaron las dimensiones de otros tiempos.
Entre las muchas teorías barajadas por cientificos para resolver este clásico misterio de la Historia, está la posibilidad de que siguieron construyendo pero con materiales y técnicas de construcción que fueron más inestables y no sobrevivieron hasta nuestros días.
La pirámide nació como la evolución lógica de la mastaba, la sepultura usada por los soberanos del período arcaico de Egipto.
Aunque desconoce la razón por la que fueron desplazadas por las pirámides, posiblemente fuera la aspiración de alcanzar mayor altura, aunque ambas construcciones compartían la misión funeraria de «contener la esencia del rey por toda la eternidad».
Fue a principios de la Dinastía III (sobre el año 2700 a. C.) cuando las famosas mastabas se empezaron a transformar en pirámides, que inicialmente eran escalonadas, muy parecidas a las que podemos encontrar en las antiguas civilizaciones de América.
Estas primeras pirámides, como la Pirámide escalonada de Dyeser, en Saqqara, fueron construidas en forma de diversas gradas, como si se tratase de una escalera que se dirigía hacia el cielo.